Alejandro Díaz Salek, presidente de ese organismo, señala que la venta de carne al mercado internacional es un trabajo tesonero ya que están obligados a cumplir con normas sanitarias rigurosas, tanto para el Senasag como para los ganaderos, pero «eso hace que saquemos lo mejor de nosotros», afirmó.


Para el dirigente Alejando Díaz Salek, presidente de Fegasacruz, Bolivia y Rusia están reflotando una relación comercial a través de la carne vacuna que generará en el país la inserción comercial internacional a través del negocio en el campo agropecuario.
En el marco de la Feria Internacional de Santa Cruz, Fegasacruz brindó un homenaje al embajador de Rusia en Bolivia, motivado al impulso que ha alcanzado la venta de carne cruceña, en especial a esa hermana nación europea.
«Vamos a salirnos un poquito del esquema de las tradicionales relaciones comerciales, para llevar adelante relaciones con naciones que antes ni lo soñábamos como es el caso de Rusia», dijo durante su discurso en el homenaje al embajador ruso.
Trajo a colación un dato que considera interesante y está referido a que ni un vodka de los que se toma en Santa Cruz es ruso, por lo que señala que es una tarea pendiente con el embajador apuntalar ese negocio, conociendo que en ese país europeo lo originó hace más de mil años.
Un trabajo muy arduo
Volviendo al tema de la exportación de carne a la Federación Rusa, señala que para los bolivianos es un trabajo realmente tesonero por cuanto se deben cumplir con normas sanitarias rigurosas, tanto para el Senasag como para los ganaderos.
Sin embargo, expresó que eso los motiva, no los amilana ya que cada vez que los mercados internacionales, que llegan a comprar, les exigen ser mejores y eso «hace que saquemos lo mejor de nosotros».
La calidad de la carne también es para Bolivia
Por ello señala que están haciendo que esa calidad internacional también se vuelque al mercado doméstico, al considerar que todo sector que hace negocios en los mercados internacionales, juega con otras reglas, con otros estándares de competitividad.


«Al final nos damos cuenta que es muy difícil operar con un doble rasero, ya que toda la industria debe apuntar para salir adelante realizando mejoras continuas y eso es uno de los beneficios que el consumidor boliviano tiene que ponderar».
Y fue claro en manifestar que en el momento en que se pretenda tomar decisiones descabelladas para pretender coartar el derecho de desarrollar un sector, lo harán solo por un interés particular.
Refiere que ese es un tema que deben tratar en la industria cárnica y también con las autoridades del Gobierno central, pues considera que la sociedad en su conjunto tiene que apropiarse de lo que estaba manifestando en su discurso.
«En tanto y en cuanto nosotros podamos insertar no solo la carne vacuna, sino otras proteínas animales que en Bolivia y en Santa Cruz, tenemos mucho potencial como lo es en carne aviar, porcina y lácteos, estaremos en un parangón mucho mayor de calidad de vida para los bolivianos», asegura con optimismo.
Considera que también la exportación otorga calidad de vida para un segmento de la población que cada vez tiene más dificultades para quedarse en su terruño como son los habitantes de las provincias o de las zonas rurales.
Algo positivo que tienen las cadenas de comercialización agroalimentarias o agropecuarias es que, según asegura, generan oportunidades para los habitantes de las zonas rurales y también para las grandes zonas urbanas.
Dejó como un llamado de atención a los que llamó “decisores de políticas públicas” que deben tomar muy en cuenta cuando generan políticas ya que pueden nacer con buenas intenciones y terminar mal.
«Creo que el intercambio comercial genera todos los incentivos para la paz dentro de los pueblos y con las naciones con las cuales comercializamos», resaltó para finalizar.
Fuente: Fegasacruz
Redacción: Publiagro

