El profesor universitario Rolf Keller Perrogón presentó fórmulas idóneas para sacar a ese departamento del estancamiento en que se encuentra al punto de calificarlo como el más pobre del país.


La visión de desarrollo del departamento del Beni está centrada en buscar una respuesta a la pregunta sobre ¿qué deben hacer las autoridades para salir a la región del estancamiento en que se encuentra?
La respuesta la ofrece el profesor universitario y exdirector nacional de la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierras (ABT), Rolf Keller Perrogón, un analista certero quien habla la opaca realidad económica de esa región del país.
A través del programa Agenda Agropecuaria, el docente señala que el Beni está ante un gran desafío y siempre ha sido el mismo, vale decir preguntarse ¿cómo se soluciona el problema de su pobreza?
«El Beni es el departamento más pobre de Bolivia y Bolivia es el país más pobre de Suramérica y está entre los cuatro más pobres de toda Latinoamérica, por lo que debemos imaginar el inmenso desafío que tiene la sociedad boliviana de sacudirse de esa pobreza histórica que ha cargado», recalca el catedrático.
Justamente, esa es la gran interrogante sacar al Beni de la pobreza, entendiendo que el ingreso per cápita anual de cada habitante del departamento es de tan solo 2.500 dólares, lo cual significa que un beniano en promedio no gana ni el salario mínimo.
La ganadería y el tema forestal son claves
La ganadería y el sector forestal y agrícola, el turismo, la piscicultura, la industria y la manufactura están entre las potencialidades del Beni, al respecto el entrevistado señala que este departamento tiene potencialidades enormes para ser la región más rica de Bolivia.
«Primero que nada el Beni tiene tierras que son aptas para la agricultura y con el nuevo plan de uso de suelos hay 5.8 millones de hectáreas completamente mecanizadas para el agro, la siembra de pasto y las plantaciones comerciales forestales».
Por otro lado, señala que el Beni cuenta con un clima maravilloso por tener temperaturas y luminosidad adecuadas para el crecimiento de las plantas durante todo el año.
Al mismo tiempo señala que el departamento tiene agua lo cual considera maravilloso por ser un recurso muy valioso al contar con 1.800 milímetros de precipitación anual por las lluvias.
Además, agregó que el Beni tiene unas condiciones envidiables para salir al mundo en condiciones muy competitivas, sin embargo, considera que las autoridades deben definir entre lo urgente y lo importante.


«En la vida pública hay cosas que son urgentes y otras que son importantes. En ese sentido los aspectos más importantes que se deben acometer son cómo hacer para que un pueblo pueda desarrollarse económicamente con la finalidad de salir de la pobreza».
Sostiene que no se hace nada con agua potable, calles asfaltadas, con la reparación de un polideportivo que consideró necesarios, pero «si no tenemos plata en los bolsillos no hacemos nada».
Abandonan al Beni
No tiene reparos en afirmar que el Beni sigue quedando sin habitantes y pues conoce a cientos de familias que se han ido de Trinidad, la capital departamental a obras tierras a buscar mejores condiciones de vida.
Y sostiene que eso ocurre porque no hay actividad económica y no hay generación de empleo.
«Creo que necesitamos de políticos innovadores, emprendedores y creativos. La era del boom del gas en Bolivia ya pasó y ya no hay esa plata».
Es por esa razón que una de las soluciones está centrada en atraer inversiones. Al respecto, señala que el gobernador, los alcaldes y otras autoridades tienen que reunirse y salir en gira por La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y por el mundo, especialmente los países vecinos, promoviendo la llegada de empresarios al departamento para que inviertan.
Otro de los asuntos a resolver está referido a solucionar las vías carreteras para unirlas al llamado eje troncal. «Falta mejorar la carretera Trinidad – Guayaramerín para que sea transitable todo el año.
Considera que el Beni tiene que usar una carretera que es baratísima y no es otra que el río Mamoré por lo que se debe unir el Gobierno central y las autoridades locales con la finalidad de promover la hidrobia Ichilio – Mamoré con lo cual se pueden mover grandes volúmenes de carga utilizando esos afluentes fluviales.
Vuelve a recalcar que el Beni tiene un potencial enorme para ser la región más rica de Bolivia.
«Si en el Beni se cultivarán sólo 1.4 millones de hectáreas con agricultura; si el rebaño llegase a cinco millones de cabezas de ganado bovino, pues en la actualidad solo tenemos tres millones, y si cultivamos 200 mil hectáreas de eucalipto para generar una industria de celulosa y tablero, el Beni puede producir tranquilamente más de tres mil millones de dólares cada año».
Considera que con esa cantidad supera lo que produce el gas y la minería del país.
«Bolivia no puede seguir apostando simplemente a los golpes de buena suerte, es decir, encontrar un pozo de petróleo o de gas o una mina. Esto significa que el país vive de lo encontrado en Bolivia y no de lo hecho en Bolivia», concluyó su intervención. /Redacción: Publiagro.
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Fuente: Agenda Agropecuaria

