Una agenda de reactivación económica propuso el sector ganadero al Gobierno

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El pronunciamiento fue presentado por Alejandro Díaz, presidente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), en el Congreso Nacional de Líderes Empresariales y Emprendedores, organizado por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia.

La Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), solicitó a las autoridades del Gobierno nacional, buscar acciones conjuntas que den solución a las demandas simultáneas que van desde el abastecimiento interno, compromisos con clientes externos y generar las señales claras y necesarias en los momentos más críticos de la economía nacional.

Ese fue el punto central del planteamiento que presentó el dirigente Alejandro Díaz, presidente de Congabol, durante el Congreso Nacional de Líderes Empresariales y Emprendedores, organizado por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, evento en el que presentaron una agenda clara para la reactivación económica.

Sostuvo que es necesario para el productor y el empresario, tanto nacional como extranjero, que decida invertir en el sector ganadero del país, tener la seguridad de que las reglas del juego no cambiarán sustancialmente en el mediano y largo plazo.

Las acciones concretas presentadas por los ganaderos a los fines de incentivar la reactivación económica nacional con la participación de los sectores público y privados son las siguientes:

I. FORTALECIMIENTO DE LAS ESTADÍSTICAS Y PRECIOS
Reevaluar la misión de los entes generadores de información estadística agropecuaria, como el Observatorio Agroambiental y Productivo (OAP), Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Sistema Integrado de Información Productiva (SIIP).

En tiempos donde la información y la correcta interpretación y uso de la misma son vitales en la generación de riqueza, es de suma importancia involucrar activamente a los actores productivos en la recolección, procesamiento y análisis de datos y estadísticas de la producción.

Es urgente convertir estos entes en órganos de inteligencia de mercado de manera que permitan orientar, desarrollar y proyectar la producción.

Todo esto mediante un trabajo coordinado entre sectores públicos y privados, de manera que permita anticiparnos de manera proactiva a situaciones imprevistas y a oportunidades de mercado, tanto en lo local, nacional e internacional.

II. IMPULSO A LA COMERCIALIZACIÓN Y EXPORTACIÓN
Modernización de los sistemas comerciales de productos del agro. Una de las maneras de formalizar las transacciones comerciales en el negocio agropecuario es crear bolsas regionales de productos agropecuarios.

En éstas, el productor realiza transacciones comerciales documentadas de su producción y en consecuencia obtienen respaldos que le permiten acceder a servicios financieros de calidad. Además, de tener información transparente de la estadística de mercado que permita generar una correcta planificación de la labor productiva.

III. FOMENTO FINANCIERO
Promoción del acceso al crédito al pequeño productor. Favorecer la conversión y la actualización para la calificación y clasificación de pequeña a mediana propiedad empresarial, mediante Ley Nacional, de manera que el pequeño productor ganadero pueda acceder al mercado financiero formal en condiciones competitivas.

IV. FORTALECIMIENTO SANITARIO
Fortalecimiento del Senasag: Institucionalizando el perfil de los cargos técnicos. Esta entidad es crucial para generar confianza en la sanidad e inocuidad de los productos agropecuarios bolivianos, tanto de los consumidores nacionales, así como de los externos.

Generar participación de los sectores privados en los directorios de las entidades de decisión sanitaria y productiva, basado en el marco de la actual Ley Nº 830, de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SAIA), cuyo Capítulo V, en el Artículo 18, estipula que:

Se constituye el Comité Plurinacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, como instancia de coordinación, consultiva, de proposición y concertación entre el nivel central del Estado, las entidades territoriales autónomas y los representantes del sector agropecuario, agroindustrial, industria y comercio agropecuario y alimentario, que involucren a los sectores de los grandes, medianos y pequeños, en la elaboración de políticas públicas, planificación, seguimiento y evaluación de la Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria.

Aseguran que si se llega a poner en práctica las referidas propuestas se genera incremento del empleo directo e indirecto en el sector agropecuario; asimismo, divisas por exportaciones que contribuirán a la estabilidad económica, en una coyuntura en la que nuestro país se expone a un endeudamiento externo cada vez más oneroso.

Sostienen, igualmente, que el complejo agroindustrial ganadero sigue apostando por el país ofreciendo productos de calidad mundial a nuestros consumidores bolivianos y contribuyendo a la estabilidad económica que es un patrimonio de los bolivianos el cual hay que conservar.

Problemas del sector ganadero
El representante de Congabol presentó además una serie de problemas por los cuales ha venido atravesando esa industria.

«Es digno destacar que, ante el cierre de nuestras fronteras (debido a la pandemia del Covid-19) el sistema agroproductivo boliviano aseguró la soberanía alimentaria de nuestra nación, siendo pocos los países en el mundo que tienen esa capacidad».

A este respecto presentaron una serie de consideraciones las cuales transcribimos en forma exacta a continuación:

-El movimiento económico generado por el complejo de la ganadería bovina en Bolivia, tanto de carne como de leche, bordea los 1.200 millones de dólares; dentro del cual las exportaciones de esta cadena agroindustrial alcanzaron la cifra en dólares de: 70 millones en carne bovina, 20 millones en leche en polvo y fluida y 12 millones en cuero y manufactura de cuero: totalizando 102 millones de dólares, en un contexto de contracción económica sin precedentes en nuestra historia, siendo evidente la resiliencia que los sectores agropecuarios pueden aportar al crecimiento de nuestra economía.

-La apertura de los grandes mercados alcanzada en los últimos tiempos es un logro del cual debemos sentirnos orgullosos cada uno de los bolivianos. Es una prueba más de que, cuando nos ponemos de acuerdo, tanto la parte privada como la pública, somos capaces de hacer grandes cosas por nuestro país. Es preocupante sentir que este éxito corre el riesgo de revertirse si no es acompañado de políticas adecuadas de parte del Estado, que no solo se ocupe de la apertura de mercados sino también de la consolidación de los mercados ya establecidos.

-Los productores ganaderos, como cualquier agente económico del país, nos guiamos muchas veces por expectativas y las señales que todo Gobierno serio tiene que dar, para el normal desenvolvimiento de nuestra actividad; siendo que la planificación de la misma se desarrolla en ciclos como mínimo de 3 a 5 años: cobrando una vital importancia la previsibilidad que se pueda tener y la seguridad jurídica de nuestras inversiones como de nuestros negocios.

Este último aspecto se está viendo vulnerado con políticas que no dan señales claras a todos aquellos agentes económicos que han decidido apostar en Bolivia por el sector ganadero cárnico y la perspectiva de nuestro país como un proveedor de proteína animal confiable.

-Advertimos que cerrar canales de comercialización en Bolivia, que funcionan de manera transparente y competitiva, es una señal que no contribuye a generar un clima de confianza que necesitan tanto productores como aquellos inversionistas que decidan incursionar en las distintas áreas del complejo pecuario: comercial, servicios, procesamiento, logística, transporte y finanzas, entre otros.

Fuente: Publiagro