Con el gobierno transitorio en 2020 se logró la liberalización de las exportaciones y se estaban dando pasos importantes en biotecnología.
Con el gobierno de Arce se volvió al sistema anterior de bandas de precios y cupos de abastecimiento interno para la soya y derivados y se cerró el paso a la biotecnología nuevamente.
Los precios actuales de la soya pusieron en evidencia el tamaño de la diferencia del precio interno obligado para la harina d soya solvente (256 $us/tn. sin IVA) respecto al precio exportación (aproximadamente 400 $us/tn.). Las industrias están obligadas a cubrir el mercado interno vendiendo la harina más barata a productores beneficiarios, cuyas listas les pasa el gobierno central y que por cierto se guardan celosamente.
El reclamo es que esos $us 160 aproximadamente de diferencia entre el precio interno y el externo de la harina es un argumento usado por la industria para pagar menos aproximadamente 50 $us/tn. al productor soyero, injusticia y subsidio que no puede ser aceptado por un sector privado en beneficio de otro, en todo caso que el Estado en su política de regulación lo asuma.
Por otro lado si la industria no prueba que está cumpliendo con su venta de harina asignada por el gobierno a “precio justo”, el mismo gobierno no le autoriza la exportación de grano y derivados con lo cual tenemos otro argumento en contra del productor soyero y además tenemos un país exportador que no da certidumbre internacional.
La Banda de precios beneficia solo a algunos, y más a los grandes que a los pequeños productores pecuarios, genera y fomenta corrupción y negociados, genera contrabando y la junto a los cupos de entrega son un mecanismo extorsivo para la exportación, etc etc ..
Después de mucho esfuerzo de concertación privada para proponer las alternativas al gobierno y cuando las negociaciones estaban encaminadas a la solución del conflicto, surgen los desacuerdos de los sectores pecuarios cruceños que le ponen en bandeja de oro la ocasión que el gobierno buscaba para dividirlos y manipular el conflicto a su favor, sumándose a los ya opositores beneficiados del interior del país.
Reducida visión tuvieron FEDEPLE, ADA, ADEPOR y luego FEGASACRUZ para ponerse interesadamente del lado del gobierno, e inclusive sumarse al maltrato hacia sus colegas dirigentes de ANAPO y pedir represión a los bloqueos, ya sabremos a cambio de qué promesas y olvidando esos principios de libertad económica y tecnológica que disqué todos pregonan por ahí.
Dicen que el nuevo slogan de los pecuarios es: “Uno para todos y todos contra uno”
Por supuesto esas actitudes han dejado una molestia y un sabor muy amargo en el sector soyero, que por cierto es también el proveedor del maíz y sorgo que necesitan para las dietas animales, cultivos de baja rentabilidad cuya siembra está siendo seriamente evaluada por los productores para ser sustituidos por otros que aporten más a la rentabilidad anual agrícola.
Se olvidaron los pecuarios de apoyar la biotecnología, que todos necesitamos para esos cultivos también, incluyendo a ellos mismos.
Acaso, ¿sería leal que los soyeros se opongan a la exportación de carne u otros productos para regular su precio interno?, por ejemplo, y tampoco lo harían.
Convengamos que los bloqueos son medidas perjudiciales que afectan a todos.
Los conflictos continúan latentes porque no se ha logrado nada pero piensen los dirigentes y sectores pecuarios que aún estamos a tiempo de cambiar el rumbo de estas políticas opresivas al desarrollo y emprendedurismo privado pero es con fidelidad y lealtad a principios y no a conveniencia temporal.
Por la unidad del agro cruceño!!!!