A través de un comunicado ambas Cámaras solicitan que se determine el precio real para la venta de harina solvente de soya en el mercado interno.


La Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (CADEX) y la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (CANIOB) emitieron un comunicado conjunto en el que aseguran haber entregado la soya a los productores pecuarios en función de sus necesidades, pero señalan que los problemas que existen actualmente son consecuencia de la política de regulación de precios en el mercado interno y los cupos de abastecimiento establecidos por el Gobierno.
De igual forma, exhortan al ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural y al ministerio de Desarrollo Rural y Tierras para que en la presente semana, emitan una nueva Resolución Biministerial que corrija el precio y determine el costo real para la venta de harina solvente de soya en el mercado interno.
Aseguran en el documento que la fijación del precio de venta de la harina solvente de soya para el mercado interno está muy por debajo del precio de oportunidad de exportación, lo cual perjudica económicamente a las industrias y distorsiona el mercado por lo que se afecta la cadena productiva oleaginosa.


«Ese importante diferencial de precio entre el mercado interno y externo genera subvención de parte de las industras en favor de los sectores avícola y porcinocultor, creando un mercado negro de reventa y contrabando de harina solvente de soya», subrayan en el comunicado.
Muestran indigación al precisar que en el comunicado oficial del ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural del 27 de enero, atendiendo a lo que señalan como «un simple pronunciamiento del sector avícola, genera incerttidumbre respecto a la seguridad de las exportaciones del tercer sector más importante del país y el primero en exportaciones no tradicionales».
Consideran, igualmente, que una suspensión de las exportaciones perjudica la cadena productiva oleaginosa, a los productores del grano, a las industrias procesadoras de subproductos de soya, al transporte, al sistema financiero y al Estado Nacional que, en definitiva, no recibiría las divisas que ingresan al país y que equilibran la balanza comercial.
En ese mismo sentido, señalan que la anterior semana se coordinó con el viceministerio de Producción Industrial a Mediana y Gran Escala y todos los sectores productivos a los fines de viabilizar las operaciones de abastecimiento del mercado interno.
Sostienen que las industrias han cumplido con la normativa vigente de suministrar la harina solvente de soya tal y como quedó aprobado en el Decreto Supremo 4477 del 24 de diciembre de 2020 cuando se promulgó la Resolución Biministerial 010/2020 que devolvió a la regulación del mercado interno.
Fuente: PUBLIAGRO

