Gary Rodríguez, gerente general de ese organismo, sostiene que ese objetivo se puede alcanzar si el Gobierno apoya al sector privado con inversiones que permitan aumentar la producción y el empleo. El tema agropecuario puede ser clave para lograr las metas.


Entre un 6 a 7% puede crecer la economía del país si las autoridades del Gobierno Nacional otorgan nuevos incentivos a los inversionistas del sector privado con lo que se lograría aumentar la producción y recuperar las fuentes de empleo.
Las buenas predicciones sobre la economía boliviana fueron formuladas por el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, en una entrevista a un medio de comunicación capitalino.
En principio precisó que el país puede mejorar su proyección de crecimiento de 4,8% para 2021, y podría subir a entre el 6% al 7%.
En fecha anterior había señalado que el sector agropecuario, que experimentó un buen avance en 2020 a pesar de la pandemia, necesita en este 2021 un mayor apoyo de las autoridades para repotenciar su producción.
“Se puede dinamizar la inversión privada nacional y extranjera con políticas públicas que sean contundentes, valientes e inteligentes, pero que además son urgentes. El país puede crecer a un 6% o 7%”, subrayó.






Destacó que el país tiene pronósticos optimistas para el 2021, sin embargo, considera que debería realizar muchos más esfuerzos para que el sector privado pueda crecer mucho más rápido.
«Tenemos un potencial productivo increíblemente grande”, aseguró.
El Gobierno del presidente Luis Arce aspira, por su parte, que la actividad económica interna vuelva a la senda del crecimiento y en ese sentido anunció un fuerte apoyo a la inversión pública, la creación de fondos de apoyo a la industria nacional, la entrega de bonos y el reintegro de impuestos, entre otras medidas.
No obstante, hay barreras que pueden obstaculizar los objetivos planteados y el principal se ubica en un posible confinamiento, debido a la pandemia del Covid-19, como lo han planteado algunos sectores, aspecto que, a juicio del ejecutivo del IBCE, podría afectar la reactivación económica y el empleo del país.
“Puede que lo esté haciendo con un buen propósito, que es salvaguardar la vida, la salud que es lo primero, pero va a tener su consecuencia y muy fuerte en términos económicos”, apuntó.
Fuente: Publiagro

