CANIOB enfatiza que el precio de la harina de soya es perjudicial para la industria oleaginosa

0
1117

Jorge Amantegui, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas afirma que, al venderle 32 mil toneladas de harina de soya al mercado interno, la industria pierde $5,5 millones mensuales. Sin embargo, aseguro que cumplirán con el Decreto 4477.

Un total de 5.5 millones de dólares pierde cada mes la industria aceitera nacional debido a la banda de precios que les fijó el Gobierno Nacional para venderle el insumo a los productores del país, aseguró Jorge Amantegui, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas (CANIOB).  

En entrevista concedida al portal de PubliAgro Noticias, vía Facebook Live, recordó la forma en la que se llevó a cabo la aprobación del Decreto 4477, que obliga a las empresas aceiteras a vender la harina solvente de soya con una banda de precios, lo que asegura están cumpliendo.

Dejó en claro que el precio asignado por el Gobierno Nacional para la venta a los productores de la soya los perjudica, porque está muy por debajo del valor alcanzado en el mercado internacional.

En la jornada del jueves, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) por intermedio de su presidente, Fidel Flores, había expresado su rechazo a la política de banda de precios y cupos de abastecimiento retomado por el Gobierno Nacional para la venta de la harina de soya en el mercado interno, por considerar que esta modalidad distorsiona el proceso de comercialización correcto para el grano de soya.  

En ese sentido el entrevistado fijó su posición al respecto al manifestar que ciertamente es necesario reactivar la economía y por ende se tiene que aprovechar los elevados precios internacionales en los que se comercializa la soya actualmente.

«Restringir las exportaciones es lo peor que le puede pasar a Bolivia en este momento de crisis», afirma con vehemencia.

El directivo reconoce que solo el 20% de la soya es la que deben vender al mercado interno. El resto es para la exportación, pero señala que con ese 20% se cubre perfectamente todo lo que se requiere en el país.

Por esa razón sostiene que no hay ningún peligro de desabastecimiento de soya para el sector agropecuario del país como insisten en afirmar algunos sectores.

Insistió en afirmar que antes con el gobierno interino siempre han cumplido con las normas que les han establecido. Ahora que se aprueba el nuevo Decreto aparece la banda de precios y, por supuesto, no pueden vender al precio libre que lo hacían anteriormente.

La situación es que ahora se han adaptado al precio que se ha fijado en el Decreto 4477 fijado por los dos ministerios, pero insiste en señalar que ese valor es bajísimo. 

«Nosotros, de haberse mantenido lo que estaba fijado el año pasado, pudiésemos estar vendiendo la harina de soya a 430 dólares la tonelada, pero el precio que nos han puesto con la banda de precios es de 295 dólares la tonelada para el mercado interno y si se le agrega el IVA baja a 256,65 dólares».

Sacando cuentas, señala que son más de 170 dólares los que pierden o dejan de obtener si se vendiera el producto al mercado internacional. 

«El cupo que debemos entregar mensualmente para el mercado interno es de 32 mil toneladas que multiplicado por 170 son 5.5 millones de dólares mensuales que las industrias pierden, o dejan de percibir, todo debido al valor fijado en la banda de precios.

Quieren vender con orden

Sostiene el informante que las industrias oleaginosas ya tienen conocimiento de a quién deben venderle la harina de soya, tras la aprobación de la normativa que considera es clara, pues sólo permite vender ese insumo a los productores que aparecen en esos listados.

Señaló que las listas de asignaciones comenzaron a llegar a las empresas aceiteras el pasado día domingo, luego de haberse firmado entre el jueves y viernes de la semana anterior, pero todavía había listas que el lunes se estaban corrigiendo.

«Esa es la causa que ha impedido la venta de la harina de soya. No es que las industrias no hayan querido entregar ese insumo. Lo que pasa es que no podían entregar si no sabían a quién», recalca.

El entrevistado considera que los que están beneficiados con los cupos están llegando a las empresas todos juntos a pedir sus cupos, pero señala que ese proceso debe tener un procedimiento ordenado para realizar las entregas.

«Además se deben cumplir los procedimientos de bioseguridad que tienen todas las empresas y que está establecido por el ministerio del Trabajo. Muchos productores llegan exigiendo que se les entregue todo el cupo que les fue asignado y eso no es posible, porque afuera hay una fila de 50 o 100 más que van a exigir lo mismo», afirmó. 

Señala que hasta que no se había normalizado la situación de la entrega por los cupos asignados, no se podía cumplir a cabalidad con todos los productores. 

Justo esa situación se está coordinando con las autoridades ministeriales por cuanto muchos beneficiarios de la soya están reclamando, pero afirma que todo es parte del manejo de esta coyuntura que se ha presentado.

«Si llega todo el mundo a la vez, no se le podrá entregar la asignación que tengan, también debe normalizarse el tema del transporte y otros detalles. No podemos entregar el producto a personas que no sean las que realmente aparecen en los listados aprobados por el Estado», manifestó.

Subraya, sin embargo, que ya todos los problemas que se habían presentado para la venta de la harina de soya al mercado interno están totalmente solucionados y están dispuestos a cumplir, porque asegura que siempre lo han hecho. 

«Si nosotros incumplimos la normativa se nos cortan las exportaciones y si esto es así nos cortan los brazos y le cortan la cabeza al país, porque las exportaciones es la fachada del país, es por donde ingresa el dinero, es la caja chica del país. Todos estamos conscientes de eso», resaltó.

Fuente: Publiagro