CANIOB rechaza el comunicado del ministerio de Desarrollo Productivo

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El dirigente Oswaldo Barriga, califica de lamentable el referido comunicado, por considerar que no se ajusta a la realidad de lo que está ocurriendo. Asegura que las empresas aceiteras si están vendiendo la soya a los pecuarios y denunció que se formó un gran negocio en el mercado negro con la harina de soya subsidiada de las aceiteras.

El empresario Oswaldo Barriga calificó de lamentable el comunicado emitido por el ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural (MDPyEP), por considerar que no se ajusta a la realidad de lo que está ocurriendo con la venta de la harina de soya subsidiada al mercado interno nacional. 

En una conferencia de prensa Barriga, quien es presidente de la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (CADEX), desmintió totalmente las aseveraciones que se formulan en el comunicado por cuanto asegura que si están vendiendo la harina de soya al mercado interno y a precios subsidiados.

Punto importante del reclamo formulado por el dirigente se centra en que en el comunicado ministerial se asegura que estudiarán el tema de los cupos por considerarlos insuficientes.

«Pero el mismo Gobierno reconoce que hay un 9% más de lo que requiere el mercado interno», afirmó.

Destaca que las empresas oleaginosas si están abasteciendo al mercado interno, ajustados a la banda de precios subsidiados que se estableció, pero señala que mucha de esa soya la están vendiendo en el mercado negro generando grandes ganancias a las personas que participan. 

Sostiene que la soya que está en el mercado negro obedece al 9% de exceso que dan las empresas oleaginosas para el mercado interno.

«El mismo Gobierno ha podido verificar que en el mercado de abastos hay reventa de soya, entonces, ¿cómo es que no les estamos vendiendo la harina a precio subsidiado?».

Desaguadero en negro

Dijo que pronto se podrá apreciar como desde Desaguadero sale la harina de soya subsidiada boliviana rumbo a Perú, porque en ese país la compran a más de 500 dólares la tonelada, mientras en Bolivia se vende subsidiada a razón de $ 200. 

«Esa harina de soya la compran los polleros peruanos para alimentar a sus aves y resulta que el kilo de carne de pollo en ese país es igual al que se vende en Bolivia», aseguró.

Explicó que los productores pecuarios bolivianos compran la harina subsidiada a 200 dólares más baja y eso no se refleja en los precios de venta de la carne de los animales que venden a la población boliviana.

Por esta razón, considera que es necesario cambiar el sistema regulatorio que está vigente, por cuanto asegura se pone en riesgo toda la cadena productiva, así como la situación financiera de la agro industria y la banca nacional y la economía del país.

Le respondió al dirigente avicultor Ricardo Alandia, quien afirmó que ellos venden el pollo a razón de la libre oferta del mercado, pero considera que no es justo que las aceiteras tengan que venderla subsidiada por el Estado.

Los exportadores de Santa Cruz alertaron que el conflicto con el sector pecuario pone en riesgo las exportaciones del grupo de empresas interrelacionadas que trabajan para obtener beneficios comunes, muy importantes para el país.

La soya es el tercer producto más importante de las exportaciones de Bolivia, por lo cual es fundamental para la reactivación de la economía.

Destacó que los dirigentes de los sectores avícola y porcino se dedicaron a realizar declaraciones irresponsables con el propósito de volver a políticas de los controles, que, según manifiesta, fueron nefastas para el crecimiento del sector agro productivo; agro industrial y sobre todo el exportador.

“Esto obligó, obviamente, a que el actual Gobierno tomara estas medidas y se retornó a este tipo de normativas regulatorias, que colocan una camisa de fuerza que evita el crecimiento, desmotiva al sector agrícola, al industrial y al exportador”, subrayó. 

Justamente señala que ese sector exportador es el que considera está más afectado por la restricción a las exportaciones, así como la aplicación de las políticas de control interno de precios y de cupos.

Manifestó que gracias al sector exportador agro industrial aceitero oleaginoso se generan divisas que, en promedio, en los últimos tres años alcanzaron los 800 millones de dólares.

Sin embargo, recordó que en otros períodos superó $ 1.200 millones, y además con este emprendimiento se generan más de 300.000 empleos y permite al sector bancario movilizar más de $ 1.500 millones en créditos para el agricultor, el comercio y la economía en general.

Fuente: Publiagro