El ministro de Desarrollo Productivo, justifica la medida al asegurar que lo que se busca es el abastecimiento del mercado interno con precios justos, pero aclaró que no se han eliminado las exportaciones.


«El Gobierno nacional siempre va a garantizar el abastecimiento interno de productos que consuma la población boliviana y en el caso de la anulación de las exportaciones lo único que se ha hecho es reestablecer la emisión de certificados de abastecimiento interno, jamás se han prohibido las exportaciones»
Así se pronunció Néstor Huanca, ministro de Desarrollo Productivo, al abordar el tema de la abrogación del polémico decreto 4139, al que afirmó atentaba contra la soberanía y seguridad alimentaria.
Reiteró que jamás se han prohibido las exportaciones y, al contrario, garantizó que serán incentivadas.
Huanca mostró unos cuadros para señalar que cuando emitieron el Decreto Supremo que liberaba las exportaciones se acordó mantener precios equilibrados y justos entre los productores de soya y los agroindustriales.
De esta forma, el acuerdo mantenía que cuando subía el precio internacional, también deberían ganar los productores, por lo cual considero que era una medida injusta y no se ha cumplía con el acuerdo.
Mostró otro cuadro para afirmar que la industria, en el caso de la harina de soya solvente, si bien en el acuerdo se establecía la prioridad de abastecer el mercado interno a precio justo, este precio se mantuvo solo hasta diciembre de 2019.
«Ese monto siempre estuvo por debajo del internacional, lo cual garantizaba que los pecuarios accedieran a un precio justo, sin embargo, a partir de enero han vendido por encima del precio internacional la harina de soya solvente».
Determinó que así salían afectados todos los productores y consumidores del país.
Explicó que ahora el Gobierno nacional verificará que antes de que se exporten los productos se haya abastecido el mercado interno, en este caso con la harina de soya para los pecuarios, por considerar que son ellos los que sufren.
En un lapso de 15 días de 2.500 a 2.600 bolivianos que vendían la tonelada la subieron a 2.700 BS, por lo que el ministro sostiene que los pecuarios, en especial los porcinocultores, avicultores y lecheros, al comprar a un precio elevado, tienden a subir sus precios.


Aclaró que, al tener un certificado de abastecimiento interno, el Gobierno regula con una banda de precios para que la industria pueda proveer a un precio justo esos insumos para los sectores que lo necesitan».
Muchos sectores productivos del país han considerado que la abrogación del DS no es una buena señal. ¿Qué opina al respecto?
«Nosotros estamos en contacto permanente con los pecuarios, quienes nos manifestaron que habían sido sorprendidos y engañados por el anterior Decreto. Por eso se tomó la decisión de la abrogación».
Sostuvo que además los productores primarios de soya, si bien están preocupados por la anulación del Decreto, porque creen que serán presionados por la industria por el tema de los precios, pues el ministerio trabajará con ellos en una mesa técnica para que los productores soyeros, pecuario y la industria no se vean afectados.
La idea que plantea el titular del ministerio es lograr un precio equilibrado con el que todos salgan satisfechos, Sin embargo, reiteró que siempre van a defender al pequeño y mediano productor, por cuanto son ellos los que empiezan con la producción inicial.
Dejó en claro que la industria en este período ha vendido por encima del precio internacional y en ese aspecto afirmó que han generado de 35 a 40 millones de Bs a espaldas del país. Por ello sostiene que la idea es equilibrar el acceso a un precio justo de los alimentos.
Aclaró que lo que necesita el productor nacional es un 20% de la harina de soya que se produce en el país, por lo que el resto está libre a ser exportado. Pero se ocuparán de que ese 20% de verdad haya abastecido al mercado nacional.
Para finalizar afirmó que se comprometen a que ya la próxima semana les harán llegar los certificados de abastecimiento interno a las industrias que los soliciten.
Hubo un incumplimiento de los acuerdos firmados entre los actores productivos y agroindustrial -que exportan harina de soya solvente-, pues cuando subía el precio internacional, «los productores soyeros mantuvieron a 260 dólares la tonelada, mientras el precio internacional subía a más 400, entonces hay brecha de diferencia, no se mantiene un precio justo, cuando el acuerdo establecía que cuando subía el precio internacional también debían ganar los productores, no se ha cumplido ese acuerdo».
Fuente: Publiagro

