Carlos Eduardo Rojas, gerente de sanidad animal de Totalpec, presentó en una conferencia un amplio abanico de enfermedades que pueden diezmar a los rebaños, entre ellas mencionó a la brucelosis, fiebre aftosa y hasta padecimientos nerviosos.
Son numerosas las enfermedades que pueden afectar y diezmar al ganado bovino, entre las cuales están la fiebre aftosa, rabia, brucelosis y un conjunto de padecimientos nerviosos que deben ser tratados en forma rápida con los medicamentos adecuados, de acuerdo a la explicación que realizó en una conferencia el doctor, Carlos Eduardo Rojas gerente de Sanidad Animal de empresa Totalpec.
Sostiene que la brucelosis es una de las enfermedades más comunes que atacan los rebaños, por eso, según manifiesta, es necesario controlarla adecuadamente.
“Solamente controlando la brucelosis se puede elevar en 25% la producción en mi rebaño, sin aumentar ni un solo vientre. Quiere decir que aquel productor que tenga mil vientres en servicio este año, si quisiera aumentar 250 terneros más al año, solo necesita erradicar la brucelosis”, recalcó.
El experto cree necesario implementar un programa de control y reproducción animal, lo mismo que con las enfermedades reproductivas.
Estima que para que una persona se enferme con la brucelosis solamente se necesitan diez bacterias de brucella abortus en un queso, en un vaso de leche cruda, en un yogour o en un pedazo de carne. En un milímetro de leche una vaca puede defecar hasta diez mil bacterias. Así cree que, prácticamente, un bocado de queso crudo puede contaminar al humano.
Sostiene que la brucelosis, a pesar de ser una enfermedad reproductiva, tiene una connotación especial, ya que puede afectar a todas las hembras bovinas.
“Para la brucelosis tenemos dos tipos de vacunas: la cepa 19 y RD 51. En la brucelosis se puede aplicar a las terneras la cepa 19, a partir de los tres meses de edad, aunque es necesario evitar la vacuna en animales que ya están con un sistema endocrino funcional”.
Consideró así a las hembras bovinas de ocho o nueve meses como endocrinologicamente aptas para secretar algunas hormonas, aunque no están listas para la reproducción.
“Hoy en día no es ninguna novedad, y ya tenemos clientes en Totalpec que hacen precociña (animales precoces) en todos los animales con 14 meses de edad, pero se vuelven preponderantes a mantener la brucelosis desde temprana edad. La diferencia entre la Cepa 19 y la RD 51 es que cuando yo vacuno puedo permitir pasarme del tiempo, porque se puede aplicar, tanto en animales adultos como en preñados, y no ocasiona ningún inconveniente”.
Indicó que se presentan dos tipos de pruebas de brucelosis, la primera es el screenshot, en inglés, que es llamada en español pantallazo. Para detectarla es necesario sacar muestras de sangre al cien por ciento de los vientres en servicio de las vacas primerizas, partir de los 24 meses de edad en adelante, cuando se hace la vacunación con cepa 19.
Explicó que si nunca se hizo vacunación con esa propiedad se pueden tomar animales de menor edad y realizar la prueba de tamices. Con esa primera prueba ya se puede tener un pantallazo al que se le llama prevalencia de la enfermedad con lo cual se podrá saber si el 60,70, 80 por ciento tienen vientres positivos.
El segundo paso lo considera como el más difícil ya que los animales positivos deberían ser descartados, pero todos los positivos que se descarten sirven para llevar adelante el mismo programa e implementar algunos cambios estructurales, porque la brucelosis no solo es diagnóstico, vacunación y descarte.
Recalcó que con un programa de brucelosis también se lleva adelante un esquema de reestructuración de la propiedad.
Rojas considera que se vuelve indispensable, tener, por ejemplo, un potrero en cuarentena o manejar bien las aguas. Si se pretende controlar la brucelosis, es necesario que se entienda que los animales toman agua de río o de laguna y se corre el riesgo de no tener éxito en el programa, ya que es una enfermedad muy especial para manejar y muy distinta al resto de otras.
Y sostiene que solo erradicando las enfermedades reproductivas se puede aumentar entre un 10 a un 30% la reproducción en las propiedades, sea en carne o en leche.
Fiebre aftosa y rabia
En cuanto a otro de los principales problemas de las ganaderías es el que es referido a la fiebre aftosa, una enfermedad que se transmite en forma muy rápida.
“Por eso es que cada animal que aparece enfermo, en menos de 15 días puede enfermar a varios rebaños, por lo que debe aplicarse la vacunación lo más rápido posible para detener su propagación”.
Explicó que otra de las enfermedades que se presentan es la rabia, producida por un virus. Cree que el mal de rabia es un problema que además tiene una importancia en la salud pública porque es una zoonosis.
“Nosotros tenemos dentro del compendio de enfermedades nerviosas en el bovino, un sinfín de padecimientos, pero el de la rabia es complicado, es grave, porque produce también muchas pérdidas en las ganaderías y al ser una enfermedad viral se transmite bastante rápido”.
Clostridiosis, botulismo y leptospira
Otra de las enfermedades es la clostridiosis a la que consideró una enfermedad bacteriana que se presenta en diversos tipos, que reciben diferentes nombres comunes como, por ejemplo, la crema, arbustos, manchas negras, muerte súbita, entre otros.
Agregó que en el caso del botulismo, son unas bacterias muy especiales porque cuando se sienten amenazadas o su supervivencia está en peligro forman esporas, y así permanecen muchos años en el medio ambiente. Por esa causa se vuelven peligrosas.
“Setenta por ciento de las enfermedades que afectan al humano son de origen zoonótico, quiere decir que tienen su principio en los animales y se transmiten a los humanos”.
Informó que las vacunas reproductivas tienen un paquete de enfermedades que alteran el aparato reproductivo de la hembra, por ejemplo, el virus de la diarrea viral bovina y otras que se transmiten a través de inseminetas infectadas, o de la copula, aunque la principal vía de transmisión es por las secreciones uterinas, o a través del líquido amniótico, el feto, el ternero recién nacido, el feto abortado, la placenta y en algunas ocasiones por la orina y la materia fecal bovina que puede infectar a otro animal o le entra por las mucosas.
Calcula que apenas entre el 20 y 25 % de las hembras que adquieren una enfermedad reproductiva llegan a abortar y generalmente lo hacen a partir de la segunda o tercera preñez.
Así, sostiene que el problema de las enfermedades reproductivas no está tanto en los abortos, como se piensa generalmente, sino en la productividad, porque toda cría nacida de una madre que tenga una enfermedad reproductiva, será una cría con problemas de desarrollo, con bajo peso al nacer, con baja ganancia de peso y por ende un animal más tardío y con baja productividad en la propiedad.
Otro de los padecimientos que mencionó el expositor es la leptospira, a la que llamó como otra enfermedad reproductiva.
“Y la leptospira es aparte, porque las vacunas reproductivas traen ciertas cepas de leptospiras en sus componentes, pero todas las vacunas reproductivas que tenemos en el mercado, no solo de Bolivia sino también en diferentes países, son llamadas vacunas polivalentes, es decir, traen en un mismo trombo IBR, rabia bovina, campilobacteriosis y distintas cepas. Por lo tanto, es muy necesario que por lo menos una vez al año hagamos la revacunación contra la leptospira”.
Para finalizar estimó conveniente informar que vacunar con la RD 51 no produce ningún efecto negativo. Los animales quedan inmunizados y se evita que se enfermen.
Fuente: PUBLIAGRO