Aftosa: posturas diferentes entre Argentina y Brasil

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Un nuevo desafío para la sanidad animal de la región.

¿Qué pasa en Brasil?
Fica proibido o ingresso e a incorporação de animais vacinados contra a febre aftosa nos Estados do Acre, Rondônia, Rio Grande do Sul e regiões dos Estados do Amazonas e do Mato Grosso, conforme estabelecido no Art. 1º da Instrução Normativa nº 36, de 29 de abril de 2020”. De esa manera comienza el Decreto N° 23 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento brasilero (MAPA) que puso en marcha el pasado 30 de abril una situación que ya venía siendo anunciada en los foros regionales: Brasil empezó a dejar de vacunar contra la fiebre aftosa.

“Para lograr el reconocimiento de la OIE para estos estados como áreas libres de fiebre aftosa sin vacunación en mayo de 2021, una de las condiciones requeridas es la suspensión de la vacunación contra la fiebre aftosa y prohibición de la entrada de animales vacunados en los estados y regiones propuestos por al menos 12 meses”, explicó el director del Departamento de Sanidad Animal, Geraldo Moraes. Son unas 30 millones de dosis las que se dejarán de usar.

“Al tiempo que el MAPA oficializaba la suspensión de la vacunación en Río Grande do Sul, el Senasa ratificaba el compromiso argentino de seguir firmemente con su programa de lucha y control de la enfermedad”

¿Y en Argentina?
El Senasa ratificó su plan de vacunación contra la fiebre aftosa, destacando que se trata “de una acción indispensable para sostener el estatus sanitario del país”. En ese marco, el organismo sanitario nacional viene fortaleciendo la campaña nacional de vacunación, incluso extendiendo el plazo plazo de inoculación por 30 días en ocho provincias- para completar de manera eficiente la primera campaña de 2020, en el marco de la pandemia.

Más allá de esto y tal como se informó desde el Senasa, autoridades del organismo argentino se comunicaron con José Guilherme Tollstadius Leal, secretario de Defensa Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) de Brasil solicitando información sobre las condiciones en que tomaron la decisión
Vale decir que Argentina está reconocida por la OIE como país libre de aftosa con vacunación en la región ubicada entre el límite norte y el río Colorado y libre sin vacunación desde el río Colorado hasta Tierra del Fuego.

“La ocurrencia de la pandemia de COVID-19, no debe ni puede afectar el funcionamiento del sistema sanitario pecuario que asegura la provisión de alimentos en forma sustentable y sanitariamente seguros”. De esa manera abordó la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria también el tema (Ver recuadro). Y remarcaron: “Se considera de máxima prioridad el mantenimiento de la alerta sanitaria, y la normal y sostenida marcha de los planes de control y erradicación de enfermedades como por ejemplo Fiebre Aftosa y Brucelosis”.

En definitiva, resta esperar para ver cómo convive la estrategia de Brasil con la del resto de la región. La postura argentina es clara, la de Uruguay, Bolivia y Paraguay, seguramente irá aclarando con el paso de las próximas semanas.

Alerta de la Academia de Agronomía y Veterinaria
En un comunicado, la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria focalizó su atención en la producción agropecuaria, destacando que “indudablemente” la pandemia del COVID-19 afectará todos los sistemas y habrá un riesgo alto de desatención del manejo sanitario de actividades clave para sostener la economía en “los duros tiempos que se avecinan”.
“Un buen ejemplo es la Fiebre Aftosa, la cual ha sido muy bien controlada en casi todo el continente americano, mediante la vacunación sistemática. En los últimos años, algunos países de la región iniciaron el proceso de abandonar esta estrategia, intentando avanzar a estatus de libres sin vacunación.

Esto también ha ocurrido con brucelosis.
Estas decisiones tienen enorme peso en el impacto de riesgo sanitario para la región”, explicaron. Y resaltaron: “Damos el máximo alerta a las autoridades para que pongan especial atención en el sostenimiento de los estatus y programas sanitarios, evitando mayores impactos negativos en nuestra economía y en el bienestar de nuestra sociedad”.

Fuente: Motivar