La situación es crítica porque las actividades están paralizadas casi en su totalidad. El porcentaje promedio de la caída de las exportaciones abarca maderas aserradas, pisos, láminas, puertas y marcos, muebles y otros productos forestales.
La propagación de la pandemia global Covid-19 trae cola a los actores de la cadena productiva forestal del país que reflejan una paralización casi total de la producción y del comercio de productos forestales. Solo las exportaciones siguen.
El presidente de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), Diego Justiniano, define como ‘muy compleja’ la situación que atraviesa el sector debido las restricciones decretada por el Gobierno para contener la expansión del virus que se cobró la vida de más de 115.000 personas en el mundo. Aclaró que trabajan para generar condiciones con el fin de que el sector se mantenga vigente, sin violentar las normas de seguridad sanitaria y la vida de los trabajadores.
Justiniano afirmó que la situación es crítica porque las actividades están paralizadas en un 100%. Según estimaciones preliminares, aludió que en el primer trimestre de 2020, comparado con igual periodo de 2019, las exportaciones cayeron un 30%. Este porcentaje promedio abarca maderas aserradas, pisos, láminas, puertas y marcos, muebles, etc.
Aclaró que durante la cuarentena las exportaciones siguieron fluyendo gracias a las labores de coordinación con la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) que están realizando operaciones de comercio exterior comprometidas, a través de la oficina que funciona en la CFB. «Los días martes y jueves se realizan trámites de exportaciones siguiendo todas las medidas exigidas por las autoridades sanitarias», puntualizó.
El presidente de la CFB explicó que son innegables los efectos económicos y que preocupa el impacto en los empleos. «Esta es una realidad universal, de la cual formamos parte como cualquier sector productivo», fundamentó Justiniano.
Hizo notar que trabajan con los demás sectores empresariales en medidas para sortear la crisis de la cuarentena, pero también para encarar la economía post Covid-19. «Se ha planteado la reprogramación de deudas y un ajuste a los intereses, pero las propuestas para reactivar el sector pasan por un fondo para financiar a todos los actores de la cadena productiva forestal; desde capital de operaciones para operadores comunitarios y privados de todos los tamaños; capital para reconversión tecnológica y estructuras comerciales más idóneas.
Este financiamiento tiene que ser específico para los actores forestales, con plazos e intereses acordes a la actividad, así como la aceptación de garantías no convencionales previstas para el sector forestal», sostuvo.
A decir de Justiniano, un elemento importantísimo en este esquema es la creación de un ‘Régimen Unificado Forestal’, a través del cual, además de formalizar tributariamente a los actores forestales comunitarios y campesinos, se asegura el acceso a financiamiento para las unidades productivas.
«Son varios los desafíos. Desde las relaciones con el sistema financiero hasta las relaciones con los trabajadores. En este tema, el Gobierno deberá jugar un rol determinante. Esperamos que sea con la mayor ecuanimidad posible para que todos soportemos la carga de manera proporcional», concluyó.
Fuente: Periódico El Deber