Se perfila aumentar la producción de 1,3 a 5 millones de metros cúbicos, pasar de 90.000 a 419.000 empleos y aportar un 4% al PIB. La ABT descongestiona los papeleos para exportar.
Forestales trazan la hoja de ruta para sortear la crisis sectorial atribuida, desde hace varios años, a la baja producción formal (35% de la capacidad instalada), el incremento de las importaciones, la caída del mercado interno para la madera y el cierre de miles de unidades productivas. Es así que, bajo la nueva administración gubernamental, la Cámara Forestal de Bolivia (CFB) ha presentado una propuesta para reactivar el sector maderero nacional.
El plan económico de los forestales busca repuntar la producción en el próximo quinquenio, pasando de 1,3 a 5 millones de metros cúbicos, incrementar de 90.000 a 419.000 las fuentes de empleos, generar un movimiento económico de $us 450 millones en el mercado interno y $us 1.200 millones en el mercado externo, logrando de esta forma aumentar su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) de 0,7% a un 4%.
Para alcanzar estos objetivos, la CFB señala que se debe generar políticas de protección al mercado nacional a través de licencias previas de 60 días para la importación de productos de madera, una norma expresa que priorice las compras de manufacturas de madera de carpinterías nacionales mediante adquisiciones públicas, además de un financiamiento de $us 315 millones que saldría a partir de créditos de la banca privada y del Banco de Desarrollo Productivo (BDP).
Reactivación del sector
Diego Justiniano, presidente de la CFB, afirmó que el crítico estado en el cual se encuentra el sector, y a pesar de los esfuerzos que ha hecho para lograr su reactivación, hicieron que desarrollen un plan económico. Es así que el proyecto abarca una reactivación plena en todos los eslabones y actores de la cadena, teniendo el mismo cinco ejes fundamentales.
La recuperación del mercado interno de productos nacionales y manufactura, el financiamiento para capital de operaciones y reconversión tecnológica, la formalización de todos los actores del sector vía la implementación de una estructura tributaria llamada Régimen Unificado Forestal (RUF), la implementación de mecanismos institucionales para la integración del sector y la política de plantaciones forestales industriales.
“Existe una excelente apertura de parte del Gobierno de transición y mucho avance respecto a la implementación del mismo (del plan). Hay medidas que ya son una realidad como es la ley de compra estatales, resoluciones y convenios con la ABT, los cuales están ayudando especialmente en el eje de la recuperación del mercado interno y la desburocratización de los procesos de producción y exportación.
Asimismo, hay avance en decretos supremos que están en proceso de aprobación”, apuntó Justiniano.
En este marco, desde la institución se pretende desarrollar un modelo a seguir como es el aprovechamiento forestal sustentable. Es decir, una actividad forestal viable social, económica y responsable con el medioambiente.
Ventana única de exportación
Por su parte, Víctor Hugo Áñez, director ejecutivo de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), informó de que encararon el trabajo de saneamiento normativo, primero identificando las trabas que originan un cuello de botella en los trámites y a partir de ahí crear normas que agilicen y dinamicen el trabajo del sector.
En ese sentido, indicó que se ha abierto una ventanilla única de exportación en las instalaciones de la CFB, donde los exportadores pueden tramitar sus Certificados Forestal de Origen (CFO) y donde también participa el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
“Esto significa que los trámites que antes duraban entre siete y 14 días, que hacían que muchas veces se pierda los contratos por los plazos, ahora puedan hacerse en un día”, dijo Añez.
También comentó que se ha lanzado una resolución que incrementa el costo del permiso de importación de los tableros, aglomerados, melamínicos, marcos, puertas y ventanas.
Endurecer las importaciones
Moisés Gutiérrez, presidente de la Confederación Nacional de Carpinteros, Ebanistas y Artesanos (Conceambol), comentó que faltan más normas para proteger la producción nacional, tales como el cobro del tránsito de los productos importados en el interior del país, como se lo hace con los productos nacionales. Asimismo, el de crear y reforzar los controles de calidad en las fronteras a los productos maderables que llegan del exterior e incentivar a los empresarios a que utilicen los productos ‘Hechos en Bolivia’.
“Si yo realizo el mueble en Santa Cruz y quiero llevarlo a Cochabamba, tengo que pagar un certificado, entonces eso es lo preocupante, como le cobran al nacional y no al extranjero”, resaltó Gutiérrez.
Este sector tiene 12.000 unidades productivas afiliados en todo el país y se espera que con el plan económico se reactive toda la cadena productiva.
Reforzar los mercados
Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), comentó que por quinto año consecutivo las exportaciones bolivianas tienen un balance negativo, por ello considera que sectores como el: agropecuario, el agroindustrial, forestal, maderero y turismo, pueden a mediano y corto plazo generar una dinámica exportadora.
Es por ello, considera de vital importancia los acuerdos internacionales, como el Plan Flegt, para introducir madera certificada en la Unión Europea y se debe buscar el mismo camino con el mercado norteamericano y asiático.
“Cerca del 50% del territorio son bosques naturales que no están siendo explotado, pero abogamos por una producción económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente responsable. No podemos hipotecar el futuro de nuestros hijos, debemos alentar las plantaciones forestales como lo hizo Chile o como lo está haciendo Paraguay en el caso de la madera seca, dijo Rodríguez.
Saldo comercial positivo
De acuerdo con datos del Cámara Forestal de Bolivia, la balanza comercial del sector en 2019 fue levemente positiva, siendo segundo año consecutivo con estos resultados después de la crisis que lo viene golpeando por varios años. En esta línea, el año pasado se llegó a exportar productos maderables por un valor de $us 55,5 millones, mientras que las importaciones llegaron a $us 53,2 millones, es decir un saldo positivo de poco más de $us 2 millones.
El principal destino de las exportaciones forestales el año pasado fueron Estados Unidos con $us 14,6 millones, le sigue China con $us 6,2 millones y, en tercer puesto, está Francia con $us 4,6 millones. Los productos que más salieron del país son los pisos, productos semielaborados, muebles, láminas, puertas y ventanas, además de tableros.
En cuanto a las importaciones, Brasil es el país que más introdujo productos maderables en Bolivia con un valor de $us 33,1 millones, le sigue China con $us 8,5 millones y en tercer puesto está Ecuador con $us 3 millones. Siendo los productos de importación más comprados los tableros, muebles, artículos de madera, láminas, puertas y ventanas.
Fuente: Periódico El Deber