Venta de urea a Cuba representó sólo el 3% de las exportaciones

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En el primer mes de envíos, Bolivia despachó a la isla 6.045 toneladas métricas por las que cobró $us 1,9 millones, un precio preferencial, según las autoridades.

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La exportación de úrea boliviana al mercado cubano representó sólo el 3% del total de las ventas de ese producto al mercado exterior, según los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) afirmó que busca destinos para el fertilizante y confirmó que la planta de Bulo Bulo estará paralizada mientras haya exceso de stock.

De acuerdo con el reporte del IBCE, a base de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia envió hacia el país caribeño 6.045 toneladas métricas, por las que cobró 1,9 millones de dólares. El negocio se hizo durante noviembre del año pasado (revisar la infografía).

Este volumen significó el 3% de las ventas concretadas durante los primeros 11 meses del año pasado. La lista de los principales compradores de la úrea boliviana está liderada por Argentina, con el 59%, seguido de Brasil, con el 18%; Paraguay y Uruguay, cada uno con el 10% y en penúltimo lugar está Cuba, seguido al final de Perú.

El miércoles, el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, informó que el Gobierno decidió romper el contrato que tenía con una empresa cubana encargada de la venta de úrea.

Explicó que la razón se debe al precio bajo que el Estado recibía por ese producto, lo que provocaba un daño económico al país. Al respecto este medio buscó a la autoridad para que dé más detalles, pero indicó que hoy dará una conferencia sobre el tema.

El presidente de la petrolera estatal, Herland Soliz, afirmó que en la actualidad se tiene “sobrestock” de úrea, para la que se buscan mercados de venta.

“No hay dónde almacenarla y no tiene sentido prender la planta y producir más fertilizante. Entonces, se tiene que vender a los mercados naturales”, manifestó el titular de YPFB.

Soliz agregó que en el mensaje presidencial, la mandataria Jeanine Añez apuntó a la construcción de la planta de Bulo Bulo como uno los primeros hechos de corrupción del gobierno del expresidente Evo Morales.

“El ministro Zamora denunció que se le vendía a una firma cubana (sin dar nombre) a un precio bajo y a largo periodo de recuperación de la inversión. Prácticamente es un negocio que favorece a esa firma y no al Gobierno boliviano. Entonces, se cortó toda provisión, se canceló el contrato y se busca nuevos compradores”, explicó Soliz.

El presidente de YPFB sostuvo que se pondrá a operar la planta después de que se tengan los nuevos mercados y compradores para la úrea que sale de Bulo Bulo.

“Pero, como el fertilizante no tiene precios óptimos de venta, es mejor negociar el gas y venderlo al exterior y así percibir recursos para los bolivianos”, señaló.

En mayo de 2019, en La Habana, Cuba, se suscribió un contrato para la exportación de úrea a través de la empresa estatal Cubana Importadora de Productos Químicos (Quimimport).
Insumos Bolivia (Inbol) está a cargo de la logística para llevar el fertilizante a la isla. La empresa informó ayer a Página Siete que quedan pendientes de envío 20.000 toneladas, “para respetar la base del contrato y las cantidades, pero con modificaciones en los precios, para hacerlos más competitivos y vayan de la mano de los precios internaciones”.

Inbol apuntó que con Cuba había un preacuerdo de 100 mil toneladas adicionales, que quedará sin efecto para negociarlas al sector agropecuario nacional.

Los precios de la úrea están a la baja en el mercado internacional, la tonelada se cotiza alrededor de 200 dólares; mientras que en el país se vende a 350 dólares, eso es muy caro y no hay relación.

Entonces son precios desfasados que se tienen que bajar en el mercado interno, para que los productores locales compren el fertilizante de Bulo Bulo.

Para el tema con Cuba, con seguridad se suscribió un contrato, y si el Gobierno anterior acordó una venta con precios muy bajos, subvencionados o que representan un daño para el Estado, etc., tiene que respetarse y lo que queda es enjuiciar a las anteriores autoridades que hayan aceptado un contrato malo.

Normalmente la fe del Estado está metida en el cumplimiento de un acuerdo; al anular el mismo, porque hay precios muy bajos, queda un mal precedente, y mala señal para los mercados y para los compradores, ya que es una inseguridad, porque se tiene que respetar los acuerdos.

No se trata que sea de Cuba u otro país, sino que los contratos que se han suscrito se tienen que respetar y demandar a los que hicieron una mala negociación; anular los contratos es un error.

 

Fuente: Periódico Página Siete