Un estudio de la Fundación Tierra determinó que al menos el 20% de las tierras quemadas son empresas agropecuarias, de zonas ganaderas y muchas de ellas con extensiones superiores a las permitidas en la Constitución Política del Estado (CPE), que establece un máximo de cinco mil hectáreas.
Los últimos incendios en la Chiquitanía continúan siendo tema de análisis desde las causas y las consecuencias. Autoridades e instituciones asumen que parte de estos escenarios fue la distribución desproporcionada y desequilibrada de la tierra, además de actividades que generan desmontes y quemas descontrolados. Se determinó, por ejemplo que al menos el 20% de las tierras quemadas son empresas agropecuarias de zonas ganaderas y muchas de ellas con extensiones superiores a las permitidas en la Constitución Política del Estado (CPE), cuyo límite máximo es de cinco mil hectáreas.
Fueron los meses de agosto y septiembre en los que Santa Cruz sufrió uno de los mayores incendios forestales en la historia del país. El informe de investigación de la Fundación Tierra establece que la superficie quemada en ese departamento asciende a 3,6 millones de hectáreas, lo que equivale al 9,6% del territorio cruceño. El segundo departamento afectado por el fuego fue Beni con 1,1 millones de hectáreas. A nivel nacional, la superficie quemada sumó 5 millones de hectáreas.
“El 47,3% de la superficie quemada es propiedad privada (individual y colectiva) y el resto, 52,7%, es tierra fiscal o de propiedad estatal. Las propiedades privadas afectadas están mayormente consolidadas con títulos de propiedad otorgados por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
En orden de importancia, las propiedades incendiadas son la empresa agropecuaria (grandes propiedades ganaderas), las Tierras Comunitarias de Origen (TCO), las medianas propiedades, las propiedades comunitarias y las pequeñas propiedades”, detalla este estudio.
Los incendios en la región oriental se concentraron en cuatro zonas: San Ignacio de Velasco, San Matías, Concepción y corredor San José de Chiquitos-Puerto Suárez.
En estas zonas fue la actividad ganadera, nuevamente puesta de manifiesto, tras evidenciar sus grandes extensiones. “El papel protagónico de los grandes ganaderos se acentúa por el hecho de que varias propiedades fueron tituladas recientemente y tienen extensiones mayores a las permitidas por la CPE, es decir, mayores a cinco mil hectáreas”, asevera la Fundación Tierra en este informe “Fuego en Santa Cruz. Balance de los incendios forestales 2019 y su relación con la tenencia de la tierra”.
Fuente: Agencia de Noticias Fides ANF