Incendios en la Chiquitanía devastan también el turismo y la ganadería

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La expectativa de movimiento económico esperado durante el Festival de Temporada de Música Misional y Teatro de Chiquitos, de tres días de duración en la última semana de agosto, superaba los 750 mil dólares, pero el evento tuvo que suspenderse hasta nuevo aviso porque debía realizarse en los municipios de la Chiquitanía, actualmente afectados por los incendios.

La suspensión de este festival es sólo una muestra del impacto negativo que dejan los incendios en el turismo, la segunda actividad económica más importante de la región.

 

Pero el efecto también se plasma en los 9,5 millones de dólares en pérdidas que reporta la actividad ganadera, la principal fuente de ingresos de la Chiquitanía.

 

Según Rubens Barbery, director del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad), institución que organiza una serie de festivales culturales en la región, el efecto negativo en los incendios en la Chiquitanía es cuantioso, puesto que nadie pretenderá visitar un lugar donde se quema la naturaleza y donde se respira humo en lugar de aire puro.

 

Barbery precisó que en la Chiquitanía se realizan dos tipos de turismo: de naturaleza y cultural. Ambos quedaron afectados, pues el público tiene la idea de que ocurrió un desastre que implica, incluso, riesgos para la salud, de modo que no visitará la Chiquitanía.

 

El Cepad (y las instituciones con las que desarrolla sus actividades de fomento a la cultura chiquitana) ahora evalúa la pertinencia de llevar a cabo actividades como el Festival Posoka Gourmet y el Festival de la Orquídea, pues todo dependerá de la mitigación de los incendios y del retorno a la normalidad.

 

Javier Landívar, gerente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), considera que el efecto económico en este sector supera los 9,5 millones de dólares. Si bien no se reporta una cantidad considerable de ganado muerto (el Ministerio de Defensa registra 64 cabezas), Landivar dice que el peor golpe para este sector es la pérdida de pasturas, lo que implica que el ganado quedó sin alimento.

Esta situación es preocupante para Fegasacruz, puesto que el ganado sin alimento perderá peso, y ello significa pérdidas económicas para los productores. Además, el dirigente dice que, aunque llueva, la vegetación tardará entre tres y cuatro meses en rebrotar, por lo que las reses deberán esperar ese tiempo para tener comida.

 

Landívar considera que los ganaderos de los municipios de Roboré y San Rafael son los más afectados por los incendios. Ambos municipios registran unas 200 mil cabezas de ganado, de las cuales —según el dirigente— el 80 por ciento está en riesgo por falta de alimento.

 

Aunque la mayor parte del área afectada por los incendios, que supera el millón de hectáreas, se constituye por bosques, la producción forestal ha tenido un mínimo impacto. Según el presidente de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), Diego Justiniano, de las 10 millones de hectáreas bajo manejo forestal, sólo han sido afectadas 1.300.

“Han sido zonas que no están bajo manejo. No significa eso que no haya bosques ni que no vaya a haber algún tipo de afectación, pero el sector productivo-maderero, debido al cuidado que tiene en su manejo, no ha sido afectado, sólo son 1.300 hectáreas”, agregó.

 

Asimismo, el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Marcelo Pantoja, aseguró que este sector no sufrió grandes pérdidas por incendios porque no tiene cultivos en la zona, aunque aclaró que los agricultores están duramente golpeados por la sequía.

Como un terremoto

En opinión del economista Darío Monasterio, la incidencia económica provocada por los incendios es semejante a la de otro desastre natural como un terremoto, helada o inundación, puesto que restringe la capacidad productiva de la zona afectada.

 

Indicó que, en el caso de la Chiquitanía, habrá una restricción en la oferta de ganado y, en menor medida, en la oferta de manera y alimentos producidos allí.

 

“Hay una incidencia negativa en el Producto Interno Bruto (PIB) del departamento”, agregó, a tiempo de subraya que la actividad con mayor impacto será el turismo.

 

Por su parte, el economista Wálter Morales identifica otros daños que afectarán en la economía de región chiquitana, tales como el deterioro de vías de comunicación e infraestructura, aunque señala también que es necesario considerar la ayuda que requerirá la población afectada.

 

Sólo en el municipio de Roboré, hay 17 comunidades afectadas por los incendios, según el Ministerio de Defensa

 

339 HA DE CULTIVOS FUERON AFECTADAS

El último reporte del Ministerio de Defensa revela que la superficie de cultivos agrícolas afectada por los incendios forestales alcanza a 338,8 hectáreas. Los municipios más afectados son Roboré, San Ignacio de Velasco y Concepción.

 

Los datos reflejan que Roboré tuvo una afectación en 117,7 hectáreas; San Ignacio de Velasco, en 60 y, Concepción, en 59. San Miguel de Velasco tiene 30 y San José de Chiquitos, 13,5.

 

BUSCARÁN CRÉDITOS DE REACTIVACIÓN

Ante el desastre provocado por los incendios forestales en la Chiquitanía, el sector ganadero gestionará ante el sistema financiero la otorgación de créditos que permitan reactivar la producción, informó el gerente de Fegasacruz, Javier Landívar.

 

Los municipios de Roboré y San Rafael son los más afectados por el fuego y los que requerirán con mayor urgencia de un respaldo económico, agregó Landívar. Sin embargo, dijo que estas zonas no tienen características de utilizar créditos con montos significativos.

 

APUNTAN A REPOBLAR EL GANADO TRAS LA EMERGENCIA

Una vez que se logre apagar los incendios forestales en la Chiquitanía, el Gobierno nacional iniciará proyectos de recuperación de pasturas, recuperación de cultivos agrícolas y recuperación de ganado, informó el viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Pedro Damián Dorado.

 

El Ministro explicó que se realizará, inicialmente, un trabajo de valoración del impacto de la sequía y los incendios forestales en los municipios de la Chiquitanía. “Va a ser un plan integral. Los componentes de ese plan se los va a definir técnicamente, porque hay que ver el alcance y el grado de intervención que tenemos que hacer”, agregó el Ministro.

 

Dorado anunció el inicio de un diagnóstico para dar una solución al problema de la falta de agua con la construcción de atajados de agua, recuperación de atajados y perforación de pozos nuevos.

 

Por su parte, el economista Darío Monasterio indicó que la recuperación de la zona afectada por los incendios dependerá de la rapidez de las respuestas que den las instituciones públicas competentes, las cuales deben poner en producción los bienes y servicios públicos necesarios como carreteras, asistencia técnica, asesoramiento financiero, entre otros aspectos.

 

“Es muy importante que se viabiliza la producción y que no se cree una paranoia en cuanto a la producción agrícola y ganadera, que es lo de lo que viven los municipios afectados, y se pueda generar nuevamente la producción”, añadió.

 

Fuente: Periódico La Prensa