El ministro Cocarico argumentó que se busca cuidar la producción del sector avícola, porcicultor y bovino, entre otros.
El Gobierno limitará las exportaciones de soya con certificados de abastecimiento interno, en el caso de que los agroindustriales superen el volumen autorizado, que alcanza al 60% de la producción.
“Si nosotros no controlamos, puede ser que en un momento el mercado interno se descuide; es una anotación de cuánto estamos exportando. Si llegamos al tope, obviamente que no se puede exportar más, porque lo principal es el mercado interno”, justificó ayer el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico.
El miércoles, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 3920, que autoriza la exportación del 60% de la producción de soya. La medida responde a la demanda del sector, que exigía la liberación total del grano.
Cocarico manifestó que el artículo dos de la norma señala que se deben generar certificados de abastecimiento en el mercado interno para no poner en riesgo la producción del sector avícola, porcicultor y bovino.
El documento servirá para saber cuánto se está enviando al mercado externo, por lo que no puede ser considerado un control de cupos, explicó Cocarico.
En general, recordó que los productores plantearon la liberación de la exportación de soya, con el objetivo de negociar mejores condiciones de precio; solicitaron refinanciamiento y reprogramaciones de pago de intereses con la banca, y plantearon la pronta reglamentación del comité de bioseguridad.
“El Decreto Supremo 3920 da una respuesta efectiva a estas tres solicitudes”, afirmó ayer el Ministro, desde Santa Cruz.
Con la aprobación de la normativa, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) comunicó que la medida de liberar hasta un 60% de la producción de soya, bajo una serie de “condiciones burocráticas”, no resuelve el problema de los agricultores.
Reclamaron que se mantienen las mismas restricciones que no garantizan la rapidez de los trámites y no hay certeza de que se podrá exportar con facilidad.
El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia, Javier Hinojosa, acotó que el hecho de subir el cupo de exportación de soya hasta un 60% de la producción tendrá efecto multiplicador en la economía local.
“Es una decisión correcta que permitirá que la industria trabaje a su plena capacidad”, señaló según la agencia estatal ABI.
Los productores de soya pidieron la liberación total del grano, que se vendía por cupos desde 2010, luego de haber sufrido una reducción de unos 300 millones de dólares en sus ingresos por la campaña de verano 2018-2019, a causa de la sequía y la caída del precio internacional.
Otro factor perjudicial fue el brote de la peste porcina en China, que forzó a eliminar a miles de cerdos. El país es el mayor demandante de soya en el mundo.
Fuente: Periódico Página Siete
