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Si bien la castración no es la única causa, es importante que un veterinario clínico realice un diagnóstico acertado, a fin de instaurar el tratamiento más apropiado. ¿Qué rol ocupan las hormonas sexuales?.
La incontinencia urinaria es la falta de control sobre la micción por parte del paciente, lo que resulta en una pérdida incontrolada de orina en lugares y/o momentos inapropiados. ¿Un dato relevante sobre el tema? Aproximadamente el 20% de las perras castradas desarrolla la problemática post castración.
El principal signo clínico es la pérdida de orina, la cual puede generar una dermatitis superficial alrededor de la vulva de las perras debido a la humedad constante presente en la zona. Para muchos propietarios esta situación es altamente desagradable y angustiante.
Existen distintas causas que pueden producir incontinencia urinaria:
• Insuficiencia del mecanismo del esfínter: Esta denominación se utiliza para describir una falta de fortaleza en la contracción del esfínter interno de la vejiga, que no logra la total oclusión del conducto urinario. Según sea su origen, se puede presentar en machos y en hembras sin castrar, pero lo más frecuente es que se observe en perras luego de la castración.
Estudios recientes han demostrado que este tipo incontinencia urinaria no guarda relación con la edad a la que el animal ha sido castrado, pero sí existe una relación entre el peso corporal y el riesgo de incontinencia.
Algunas razas han mostrado un mayor riesgo de incontinencia post castración como, por ejemplo: Viejo Pastor Inglés, Rottweiler, Dóberman, Weimaraner, Boxer, Springer Spaniel, y Setter Irlandés.
• Defectos congénitos: Se debe a malformaciones o alteraciones del desarrollo del tracto urinario y se diagnostica precozmente; se observa en animales jóvenes.
• Problemas neurológicos: Puede ser la resultante de traumatismos, tumores o problemas que afecten la inervación del tracto urinario.
• Alteraciones comportamentales: Muchas alteraciones de la conducta de los caninos domésticos tienen como sintomatología la incontinencia urinaria, ya sea de forma voluntaria como involuntaria. En estos casos, no existe alteración clínica ninguna, ni del esfínter vesical, ni hormonal; se debe a un estado emocional alterado del animal. Puede ocurrir en machos o en hembras, pero es mucho más común en estas últimas y más aún, en animales de corta edad.
Patogenia e incidencia
La castración da lugar a una disminución del nivel de estrógenos debido a la eliminación de los ovarios, que son la fuente principal de hormona femenina (estrógenos). Los estrógenos juegan un rol principal en el mantenimiento de las funciones del tracto urinario. Al disminuir el nivel de estrógeno, disminuye la presión de cierre del esfínter uretral. Los estrógenos influyen también sobre la función de almacenamiento de la vejiga y sobre la mucosa de la uretra.
Tratamientos disponibles y novedades
Existen dos alternativas terapéuticas para afrentar la problemática:
1) Con drogas simpaticomiméticas: Se utilizan para el tratamiento sintomático de la incontinencia urinaria. Los más utilizados son efedrina o fenilpropanolamina. El efecto más importante de estas drogas es un aumento de la contracción del esfínter. Estas drogas pueden causar efectos colaterales tales como cambios de comportamiento (hiperactividad, letargia), aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria y problemas gastrointestinales.
2) Mediante tratamiento con estrógenos: Los animales pueden ser tratados con estrógenos sintéticos pero los mismos se asocian generalmente con efectos colaterales tales como, atracción de machos, problemas hepáticos, etc. además, la mayoría de los estrógenos sintéticos son inyectables, lo que hace difícil interrumpir el tratamiento en caso de que se observen efectos adversos.
Actualmente se encuentra disponible un estrógeno natural denominado Estriol.
El Estriol ha sido utilizado en medicina humana por más de 30 años para el tratamiento de problemas relacionados con la menopausia femenina.
A diferencia de los estrógenos sintéticos, el estriol tiene un excelente perfil de seguridad, aun en tratamientos prolongados. Este fármaco se presenta en forma de comprimidos, lo que permite una mejor y más controlada dosificación del mismo según sea la respuesta del animal al tratamiento y requiere la administración de un comprimido diario, aunque algunos pacientes pueden responder satisfactoriamente a un tratamiento día por medio.
La clave, el diagnóstico
Siendo que la castración no es la única causa que puede provocar incontinencia urinaria en las perras, es importante que sea el veterinario clínico quien realice un diagnóstico profesional acertado con el fin de instaurar el tratamiento más apropiado.
Fuente: Motivar
Escrito por: Dr. Ricardo Bruno