Datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) muestran que en esta campaña de invierno se sembraron 545.350 hectáreas de sorgo, un 34% más que las 408.000 del año pasado.
La mayor superficie cultivada y las condiciones favorables de la tierra harán que este año se obtenga “la mayor producción de sorgo de la historia”, proyectó Luis Alberto Alpire, experto en meteorología y ex secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz. “El esfuerzo de los productores de sorgo sobresale en esta gestión”, remarcó.
Las precipitaciones durante esta gestión dejaron los suelos con “la humedad suficiente” como para obtener “muy buenos rendimientos”, de 3 toneladas por hectárea (ha) en promedio de este que es el principal cultivo de rotación.
Datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) muestran que en esta campaña de invierno se sembraron 545.350 ha de sorgo, un 34% más que las 408.000 ha del año pasado. Esta mayor extensión podría, entonces, generar un volumen de hasta 1,6 millones de toneladas del grano, de acuerdo con las previsiones de Alpire, un 23% más que el récord de 2020 que hasta el momento se mantiene (1,3 millones de toneladas).
“El esfuerzo de los productores de sorgo sobresale en esta gestión”
El sorgo es un suplemento alimenticio adecuado para las cadenas de producción de bovinos, porcinos y aves, las principales proteínas de la canasta familiar, destacó Alpire.
Anapo informó en julio que este año los cultivos de rotación (sorgo, maíz, trigo, girasol y chía) alcanzaron una superficie sembrada de al menos 850.000 hectáreas, es decir, 10% más que en el invierno de 2022. Sin embargo, 44.000 ha. fueron afectadas por las inundaciones y casi 5.000 ha se dieron por perdidas.
«Estos cultivos estratégicos son un insumo importante para la producción de diversas cadenas alimenticias del país, como la avícola, la lechera, la porcina y la bovina; por tanto, constituyen una contribución importante para la soberanía alimentaria de Bolivia», destacó la organización empresarial.
Fuente: El Deber